lohengrin

Madrid, March 2014

« An environment excavated in the rock, with the image of a knight and a few holes, a block of ice that appears when Lohengrin appears in the first act, remains in second with an image of the body on the inside and who is waiting to get out of there the brother of Elsa at the end of the opera, that does not happen (…) what was excellent was the direction of singers. Everything makes sense, everything flows in theatrical terms and in each character and nothing is inconsequential. It was one of those emotionally enthralling performances. »
Opera Fanatics

« Si d’aucuns se montrent en mal d’actualisation de la légende moyenâgeuse pour lui donner un intérêt plus contemporain, l’apparition du prince de Brabant sous forme d’idole de bois à la fin suffit à dire l’inanité du miracle attendu : le départ de Lohengrin laisse une Elsa hébétée et le maléfice d’Ortrud n’est conjuré que par une statue. Nul besoin d’une lecture iconoclaste pour faire comprendre comment la logique sociale avec ses étiquettes ruine la rédemption par l’amour, motif qui parcourt l’ensemble de l’œuvre wagnérienne. »
Jim le Pariser blog

« Hace quince años, ya en el Real, o veinte, en el Teatro de la Zarzuela, se habría sacado de la sala a tomatazo limpio y con pateo de escándalo a Lukas Hemleb, el director de escena, que trabajaba sobre unos diseños de Alexander Polzin; hoy, con la sucesión de mamarrachadas que se han visto en los últimos tiempos, casi podría haber salido a hombros: apenas alguna parva voz en su contra, en medio de la apoteosis que rodeó, al término de la función, a Haenchen, coro y cantantes. Apuntemos, con todo, algunas de sus ocurrencias: llega “Lohengrin” y a su lado el monolito imaginado por Clark y Kubrick para “2001”, ahora blanco y reluciente; el engendro que aparecía dentro del paralelepípedo, níveo y semi-transparente, en el Acto II, podía ser cualquier cosa, desde una variante venida a menos de la Virgen del Perpetuo Socorro, un pariente lejano de E.T. o una versión congelada del Yeti en modelo infantil; no había cisne –no suele haberlo en ninguna producción moderna, que recurren al haz de luz, al láser o a la filmación-, pero lo peor fue que no hubo Gottfried –el hermano perdido de Elsa- resurrecto al final de la pieza, sino una suerte de espantapájaros alienígena jaleado al grito surrealista de “¡ahí tenéis al heredero de Brabante!”. Pero Hemleb sabe crear una escena inquietante, con hábil, excelente movimiento de figurantes y del siempre estupendo coro, con momentos de lobreguez mórbida y otros de exaltación, y en conjunto se le pueden perdonar algunas de las gansadas antedichas. »
La Razòn

« A pesar de lo espectacular del espacio escénico (un diseño de fibra de vidrio que se asemejaba a una cueva de columnas basálticas, obra del artista Alexander Polzin), esta nueva producción que programó Mortier se ciñe a lo musical y deja a un lado fuegos de artificio e interpretaciones sui generis de la idea histórica-mitológica que pensó Wagner. El director de escena Lukas Hemleb así lo había anunciado y así se pudo ver ayer en un montaje alegórico, aunque sin perder de vista la escala humana. Su trabajo y el del resto de los responsables de la parte visual fue también reconocido, a pesar de un leve rumor de desaprobación en el momento de los saludos. »
El Mundo

« Fi donc de l’histoire « vraie », le récit s’est centré sur l’effet ambivalent de confiance, mais aussi de méfiance que suscite l’étranger de passage. Telle a été l’interprétation psychologique, loin du réel, que Lukas Hemleb a donnée de l’œuvre, s’appuyant sur le décor, les éclairages et les costumes signés Wojciech Dziedzic. »
WebThéâtre

Richard Wagner
« Lohengrin »
conductor: Hartmut Haenchen
director: Lukas Hemleb
stage designer: Alexander Polzin
costume designer: Wojciech Dziedzic
light designer: Urs Schoenebaum
Teatro Real Madrid